domingo, 21 de febrero de 2010

Insomnio

Insomnio, como cada noche, se apoderó de mis sueños y de mis pensamientos,
sentí cansancio. Agradecí a la luna la compañía que me brindaba esas noches de ideas poco claras, al fin y al cabo, no estaba sola.
Su luz de esperanza entró por la ventana en medio de la oscuridad, era su abrazo de compasión. Su enemigo el sol, llegó temprano, bañó el cielo de colores cálidos y se posicionó delante de mi ventana, por la que entraban numerosos rayos de sol. Todo había acabado, al menos por ahora

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