jueves, 12 de agosto de 2010

Mi razón no entiende mis razones.

Vuelve la agonía del vivir, no quedan esperanza en mis ojos, solo vacío, el vacío de siempre, al que tanto miedo tengo, aquel que me ha echo pasar mil noches de insomnio inutil y desconsolado. No hay fuerzas para seguir y casi ya no quedan razones, después de la tormenta llegó la calma, pero poco a poco ha comenzado a desvanecerse. No hay nada a lo que aferrarse, se que sin remedio alguno caeré de nuevo en el vacío , tengo miedo, mucho miedo, pero también se que si un día salí, quizás pueda volver a hacerlo, y por eso hoy soy más fuerte.

Y aún habiendo estado en el vacío se que volvería a hacerlo, no puedo engañarme y hacer lo que me conviene porque no es lo que siento, y si tengo que pasarlo mal lo pasaré, pero lo haré sabiendo que fue un error que quise cometer por mi propia voluntad, sabiendo que me arriesgé y una vez más perdi, al fin y al cabo... como siempre. No necesito que nadie se compadezca de mí cuando este en una situación desesperante porque estaré así por mi voluntad, porque no puedo guiarme de otra cosa que no sea de mi corazón, no puedo hacerle caso a mi cabeza y escuchar a mi razón porque prefiero estar mal y saber que hice lo que sentía que engañarme y quedarme quieta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario