jueves, 13 de noviembre de 2014
Nunca creyó en los milagros de una manera directa, había sido siempre una persona fácil de impresionar, de estas personas que se levantan con la sensación de tener un mal día, de presentir nada más despertarse que quizás sea mejor no levantarse de la cama, y aún asi hacerlo, se puso la ropa que meticulosamente habia dejado la noche anterior perfectamente doblada en la silla de su cuarto y una vez enfrente del espejo volvio al armario para volver a deshacerlo todo, nunca habia sido una persona muy confiada y siempre desandaba sus pasos antes de ponerse en marcha.
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