Detrás del vaho de la ventana, se encontraba la gran avenida, personas corrían de aquí para allá con el fin de refugiarse de la lluvia, ella, mientras tanto daba vueltas a su café con leche, todavía demasiado caliente. El gorro y la bufanda aún puestos no le quitaban el frío. Hacía ya tres meses que no se veían, que habían perdido cual posible contacto, con la esperanza de que era lo mejor, con la minima esperanza de olvidar.
Había evitado durante ese tiempo hacer su vida normal, ir a los mismos lugares, frecuentar con la misma gente.. sin éxito ninguno. La solución nunca consistió en desaparecer, aunque hacerlo durante un tiempo probablemente siempre fue lo correcto.
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